Una luz cae por la ventana abierta,
el gato juega junto a mi tristeza,
los grillos cantan su canción incierta,
me ve la luna con mirada alerta.
Rueda la lluvia sobre mi mejilla
lluvia de un corazón desierto y seco.
Estoy tan sola que se escucha el eco
del poema que escribo en la buhardilla.
¡Vuelve! Te gritan todos mis pesares;
me interroga el espejo y yo le miento,
en el fondo del ojo, el pensamiento
acuoso se vislumbra en los portales.
Un frío deseo me estremece el alma
y un suspiro se eleva a las estrellas
triste placer en que se ufana mi alma
de dar a otro el corazón en prenda.
* * *
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