31 octubre 2011

NOCTURNA



La luna es el ojo
de un conejo negro
mirando a mi ventana
donde la lluvia insiste
en dormir adentro
con un olor a tierra
donde habitó mi infancia.

Los charcos multiplican
el cristal de la noche
y sobre mi almohada
no cabe ningun sueño

Por eso estoy al pie
de mi ventana abierta
aspirando la noche
y zurciendo unos versos

2 comentarios:

  1. Lebreles hay que corren tras la luna, salpicando con dagas diminutas los versos que anidaron en tu piel, tras el alféizar... para alcanzar suspiros de nariz mojada.
    El Poeta

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  2. Lari, querida y siempre recordada amiga, estos versos tienen varios condimentos, uno la poética maravillosa, otra las imágenes y la fragancia. Tu admiradora olvidada. Bea.

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