16 enero 2010

SILENCIO

Silencio
abrigo de mis sueños
rasga una lágrima
la pulcritud de mi alma.

Corazón sofocado,
humo,
cenizas,
luego el vacío
ennegrecido
como un abismo helado.

Como la olla vieja
de otros tiempos
donde hirvieron
otros caldos:
ahumada
y resinosa
así quedó mi corazón
sobre la lumbre muerta.

Y el silencio persiste.
Se evaporaron ya
todos los gritos:
Los de dolor, dolidos;
los de temor,
los enfurecidos.

Silencio
del hielo de los polos,
cesaron ya
los primitivos fuegos.

Todo es silencio.

Comienza mi declive:
El último óvulo fértil
ha salido,
mi cuerpo sueña
con la primavera
en el silencio
del hielo ennegrecido.



* * *

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